Permite la participación y colaboración ciudadana con la administración y las actividades
económicas locales. Del mismo modo, ofrece al ciudadano la posibilidad de establecer una
comunicación bidireccional personalizada con la administración y las empresas locales, que le
permita trasladar sus preferencias y hábitos, de modo que, con sus aportaciones permita mejorar o
diseñar nuevos servicios, adaptados a sus preferencias que incentiven su participación en el
entorno económico-cultural o en el propio desarrollo del entorno local.